El escultor Manuel Patinha conoció a Yolanda Díaz “hace por lo menos quince años”. Y lo hizo en el ambiente que a ella le es más propio, el de la política. Marcado por “sentimientos de izquierdas” desde pequeño, no es extraño que Patinha se acercase al círculo ideológico de la hoy candidata de Esquerda Unida, aunque su contacto político pronto desembocó en una amistad.
Reconoce el artista que, por cuestión de la educación recibida, suelen tenerse ciertas dudas cuando una mujer está al frente de un partido, “nuestra formación nos hace pensar que la política parece cosa de hombres, pero Yolanda me causó una impresión potente, la de una mujer que era capaz de favorecer los proyectos de la izquierda y el progreso en la comarca”. Patinha no duda que la cabeza de lista de Esquerda Unida se merece una oportunidad el 22-M: “Me gustaría que la gente la conociese bien, como mujer y como persona que puede llegar a ocupar una posición desde la que se beneficiarían no solo el mundo de la cultura sino la sociedad en general; tiene ya una experiencia importante y una sensibilidad especial por los problemas que sacuden a nuestra sociedad, así como una necesidad explícita de poder ayudar”.
Consciente de que en campaña todos los políticos buscan el voto, Manuel Patinha quiere marcar una diferencia en el caso de Yolanda Díaz: “Creo que estamos en un momento bastante oportuno para poder darle la posibilidad de gobernar, no solo como mujer capacitada sino también porque está entusiasmada por poder ayudar”, y puntualiza en este sentido que, teniendo en cuenta la organización en que milita, dispondrá también de más independencia que “quienes están orientados desde fuera”.
El escultor sostiene que en momentos tan complejos como los actuales es importante “no dejarnos llevar por la pasión ni los comentarios de los partidos que tienen más posibilidades económicas, y sí confiar en la actitud humilde, práctica y transparente de una persona que puede ayudar a salir de los problemas sociales y laborales que tenemos”.
Subraya asimismo que “en todos estos años nunca se dio una oportunidad a una mujer y puede que si por una vez confiamos en ella no nos equivoquemos”.
“Auténtica” y “sencilla” son palabras con las que Patinha define a Yolanda Díaz, de la que como único defecto cita que quizá no transmita la imagen de lo que verdaderamente es, “una mujer a la que los problemas de todos le tocan mucho, quizá porque también viene de un origen humilde y de personas trabajadoras”. Reconoce también este amigo de la candidata de Esquerda Unida que “es probable que en sus intervenciones o debates haya cierta actitud de mala leche, pero se trata simplemente de que va con las cosas por delante, y yo personalmente prefiero una mala contestación con buena intención que una buena contestación con algo oculto detrás”. En este sentido, e insistiendo mucho en la cuestión del voto, Patinha considera que hay que hacer un juicio más profundo de las personas y no quedarse con una primera impresión “y la idea que quiero transmitir es que es una persona capaz y humana”.
Por lo que se refiere a la faceta más personal de Yolanda Díaz, entre sus aficiones cita Manuel Patinha el paseo, el turismo rural..., pero una vez más considera que su vocación de ayudar es, además del objetivo en su vida pública, una afición. Es, en definitiva, “una persona normal, afable e incluso yo diría que divertida y cariñosa”.
Cuando, como concejala de Esquerda Unida, compartió gobierno con el PSOE Yolanda Díaz estuvo al frente del área de Cultura. Para Patinha, con ella en el Concello quienes están relacionados con esta área podrán “seguir teniendo una línea de trabajo, de difusión y aproximación a los jóvenes de Ferrol”, pero el escultor es también consciente de que hay necesidades prioritarias que es preciso atender, como el empleo, los dependientes, etc.
La salida del gobierno de Esquerda Unida fue considerada por Patinha “inoportuna”, “porque estaba llevando a cabo una labor importante y es una pena que no siguiera con la gestión que estaba haciendo, aunque la ruptura fuera por motivos que pueden tener su sentido”.
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